Los árboles y plantas del parque Cristina Enea van cambiando a lo largo del año y cada estación tiene su peculiaridad y su encanto. En esta época del año, la función del parque como refugio y oasis es aún más evidente. Ofrece frescura en los días bochornosos del verano y muchos animales eligen charcos locales para beber agua o sumergirse en ella. Tras dar un paseo por el parque, utilizaremos los “regalitos” que nos ofrece la naturaleza en verano para crear una preciosa manualidad.